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Los hoteles necesitan una luz acogedora para crear una atmósfera acogedora para los huéspedes. También es necesario contar con al menos tres niveles de iluminación: general, decorativa y de trabajo (para empleados). Estas características pueden resultar en altos niveles de consumo de electricidad. Por ello, es fundamental invertir en mejorar la eficiencia de los sistemas de iluminación, con el fin de reducir los costos operativos, sin comprometer la calidad y el confort de los espacios. La iluminación se puede optimizar a través de dos puntos:
Uso de componentes más eficientes
La iluminación de un hotel puede representar el 40% del consumo eléctrico. Por eso, la primera recomendación que damos es sustituir las lámparas convencionales por LED. La iluminación LED es mucho más eficiente que cualquier otra tecnología; Es incluso más eficaz que la tecnología denominada ahorro de energía.
Con las soluciones de iluminación LED es posible crear un diseño interior acogedor y al mismo tiempo eficiente, que combina luz cálida y ambiental, duradera y con menores costes energéticos.
También vale la pena señalar que las luces LED casi no emiten calor, por lo que hacen que las habitaciones sean más frescas, especialmente en los meses de verano. De esta forma, contribuyen a reducir los costes de refrigeración en los meses más cálidos.
Integración de sistemas de control
Un hotel nunca cierra. El movimiento de huéspedes y empleados se produce durante el día, así como durante la noche y las primeras horas de la mañana. Los sensores de presencia son fundamentales para ayudar a ahorrar dinero y proporcionar una buena iluminación en pasillos, recepción, aparcamientos, zonas exteriores y salones sociales.
Debes tener en cuenta que en los sensores de presencia deberás instalar lámparas LED.
Algunos clientes informan que necesitan reemplazar con frecuencia las bombillas del sensor de presencia, ya que se queman fácilmente. Esto sucede cuando se instalan lámparas o luminarias fluorescentes que no fueron diseñadas para encenderse y apagarse varias veces durante el día.
Las lámparas fluorescentes tienen en su composición un filamento de tungsteno y gas que se desgasta cada vez que se enciende el producto. Por ello, se recomiendan para ambientes que necesitan estar iluminados durante varias horas seguidas, sin necesidad de encender y apagar la luz con frecuencia.
La tecnología LED permite encender y apagar el producto tantas veces como sea necesario, sin afectar el funcionamiento de la lámpara. Además, el ahorro será mayor porque las lámparas LED consumen menos energía y tienen una vida útil mucho más larga que las fluorescentes o incandescentes.
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