Desde hace mucho tiempo estamos acostumbrados a comprar lámparas incandescentes, halógenas y fluorescentes. Al sustituirlas por lámparas LED, a veces sucede que el resultado obtenido difiere del esperado. Algunos clientes nos informan de esta situación. Esto sucede porque para adquirir estas lámparas hay que evaluar diferentes factores y no solo la potencia (en vatios) como se hacía antiguamente. En este post hablamos de algunos de estos factores, para aprovechar al máximo todas las ventajas de la tecnología LED.
Elegir la temperatura del color
En el pasado, teníamos lámparas convencionales que se dividían en lámparas incandescentes y halógenas que proporcionaban luz cálida y lámparas fluorescentes que generaban luz fría. Actualmente, las lámparas LED vienen con diferentes temperaturas de color, lo que en ocasiones crea cierta confusión a la hora de adquirirlas.
Blanco frío versus blanco cálido
La temperatura de color corresponde al color del brillo que tiene la lámpara. Las bombillas LED de colores fríos tienen tonalidades azuladas y blancas, mientras que las bombillas LED de colores cálidos son más amarillentas, e incluso neutras. En el caso de una lámpara más blanca o azulada, es más brillante, tiene una temperatura de color más alta y tiene un efecto energético y estimulante en el ser humano. Por el contrario, una bombilla más amarilla tiene un brillo más suave, una temperatura más baja y un efecto más relajante en las personas.
Dependiendo de la estancia que quieras iluminar, elige la temperatura más adecuada.
Elegir IRC
El CRI es el Índice de Reproducción del Color, su valor varía de 1 a 100. El valor 100 corresponde a la máxima reproducción y equivale a una emisión de colores iguales a los vistos a través de la luz solar. Por lo tanto, cuanto más cerca esté el CRI de la lámpara de 100, más se acercarán los colores a la realidad.
Elegir el ángulo de iluminación
El valor del ángulo de apertura de la lámpara proporciona información importante sobre la cantidad de distribución de luz. Si tenemos dos lámparas con la misma cantidad de luz (lúmenes) y una de ellas tiene un ángulo de apertura mayor, esto significa que iluminará más zona, pero con menor intensidad. A continuación te mostramos algunos ejemplos de distribución de área en función del valor del ángulo de apertura:
- Ángulo de 36º: distribución luminosa en 1,9m
- Ángulo de 60º: distribución luminosa en 3,5m
- Ángulo de 90º: distribución luminosa en 6m
Ajuste de la lámpara
En la mayoría de los casos, los reguladores de intensidad de las lámparas halógenas no son compatibles con los de las lámparas LED. Esto sucede porque las bombillas incandescentes y halógenas tienen una carga mucho mayor que las bombillas LED. Es decir, al consumir menos energía estas lámparas no pueden alcanzar la carga mínima necesaria para que el regulador funcione correctamente.
Si vas a utilizar una lámpara con regulador de intensidad de luz, asegúrate de que esté preparada para lámparas LED. En caso contrario, también será necesario sustituir el regulador para que todo funcione correctamente.
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